Los superhéroes han muerto
Los superhéroes han muerto. En realidad los han matado. Asesinado. Aniquilado. Los han convertido en la sombra de la sombra. En una parodia de la parodia. En un horror, que quieren que les diga.
Por Javier Marquina.
- Quizás aquí empezó todo…
Una vez lanzado el gancho sensacionalista, uno debe rectificar, especificar, concretar y afinar la información. No todo va a ser Intrereconomía o La Sexta. Aquí hay rigor y criterio. Bueno. No. Pero hago como si lo tuviera que en estos tiempos de periodismo certero es casi lo mismo. Los superhéroes viven, y todavía quedan resquicios que nos dejan con buen sabor de boca y nos recuerdan aquello que una vez amamos con deleite, aquello que decoró nuestra juventud con fénix muertas, ciegos caídos y resucitados, dioses transformados en sapo, viajeros de zonas negativas y arácnidos simpáticos. Esto nos demuestra que el concepto como tal está vivo, que pervive, que es válido como lo fue cuando aquel viajero de Krypton levantó un coche sobre unos maleantes la primera vez. El problema es que la industria, en sus ansias de devorarlo todo, incapaz de aprender de errores pasados que casi la llevan a la quiebra, voraz e insaciable como sólo el dinero puede serlo, ha vuelto a joderla. Como siempre. Y de qué manera.
- ¡Muérete Bendis!
Reconozco que una gran parte de culpa la tengo yo y un imprevisto y prematuro envejecimiento cerebral que en un inesperado y sorprendente efecto boomerang me ha retrotraído a la adolescencia. Estoy pasando por esa especie de negación de lo superheroico que a veces nos sucede cuando llegamos a la pubertad y nuestra necesidad de pechos y de morder lenguas ajenas nos hace creer que seremos mucho más interesantes si dejamos de leer esas cosas de capas y colorines que algún idiota en algún momento consideró ridículas. Esto es al menos lo que intento decirme. Que soy yo. Que soy una regresión. Que los superhéroes gozan de buena salud y que lo que se publica no es, en ningún caso, de ninguna manera, una puta basura el 95% de las veces. Pero es que entonces leo cosas como Ojo de Halcón; o los últimos números de Daredevil; o, si me apuran, el denostado Superior Spider-man de Dan Slott; releo mis clásicos favoritos de Miller, de Moore, los mejores momentos de James Robinson, aquellas historias míticas de John Byrne en Los 4 fantásticos y embargado por una nostalgia suprema me doy cuenta de que no. No. No es que no me gusten los superhéroes. No es que haya dejado de amarlos profundamente con la fuerza de los mares. Es que no me gustan los ESTOS superhéroes. No me gustan los superhéroes de ahora. No me he vuelto un gafapasta irreductible, un ateo del Dios Kirby. No. El problema es que lo que están haciendo Marvel y DC en la actualidad con sus buques insignia es una mierda que no hay por donde cogerla. Mierda gorda. De las de vaca en un padro asturiano. Mierda de esas que te agota y te deja triste y vacio y sin ganas de nada. Mierda deprimente.
- La maldición del crossover. El horror del fan.
Bendis debería ser internado en un penal afgano con integristas ávidos de ano por lo que está haciendo con las ¿13?, ¿25?, ¿1.250? colecciones de mutantes que guioniza. Yo es que ya no sé que grupo es cual y quién está donde y si arriba es abajo y ayer, hoy. Con Los Venagdores lo mismo. Ya no sé que grupo lidera el Capitán América ni cuantos planetas chocarán hoy contra la corteza terrestre conducidos por un personaje nuevo con tanto carisma como un presentador de telediario. Lo siento Hickman, me aburres. Y mira que me gustas cuando haces otras cosas. Lo de las 52 colecciones de DC y su miríada de dibujantes clónicos, guionistas aburridos, personajes deleznables e historias infumables, da para escribir un libro con más sadomasoquismo que las 50 sombras para amargadas. Y así con todo. Salvo por las honrosas excepciones que ya he citado antes. Un escándalo intelectual. Una basura que se amontona infumable en las librerías especializadas. Que lo colapsa todo en una confusión que llena de pereza al comprador, porque entre series cruzadas, crossovers, saltos, fallos de continuidad y sucedáneos, es que no apetece leerse nada. Por si fuera poco, y dado que la supervivencia de estas líneas editoriales hay que agradecérsela al cine y a la industria generada por él, los tebeos en un ejercicio metafísco y comercial bochornoso, cada vez se esfuerzan más por parecerse a las películas y menos a sí mismo. Y claro, las productoras, viendo que no hay que esforzarse por dar al fan lo que realmente pide (y esto es algo tan sencillo como que la película se parezca a un buen cómic), hacen lo que les sale del nardo con la tranquilidad de que nadie les bufará agitando en su cara el número uno de The Amazing Spiderman.
Imagino que los nuevos lectores, que los hay, esos dos o tres abnegados sufridores que renuevan el fandom cada año según el último estudio de la Universidad de Miskatonic, me dirán que exagero y que hay colecciones que están superbién y supermolan y supertodo. Yo lo único que sé es que antes, hace un par de años, mi vida eran los superhéroes y esperaba con ilusión cada nuevo número de mi colección favorita. Ahora, y para mi tristeza y desdicha, cada vez que entro en mi librería de cabecera, miro con hastío la estantería de las novedades de grapa y recuerdo con una ácida lagrimilla aquella época en la que todo lo que había que hacer para leer TODO sobre los mutantes de Marvel, era comprarse La Patrulla X de Chris Claremont y Paul Smith.
Es verdad que el genero superheroico esta decayendo mucho últimamente, yo lo poco que leo de supers son las series mas recomendadas y en mi opinión mas deslumbrantes:
– Batman de Snyder y Capullo (mas algunos números de Batman autoindependientes).
– Wonder Woman de Azzarello.
– Injustine de DC.
– Ojo de Halcón de Ajá.
– El Héroe de David Rubín (esta no es de pijameros y no es novedosa, pero me la estoy leyendo y me esta encantando).
Alguna me dejo en el tintero, pero que recuerde son las que mas me están gustando de superheroes.
Como escritor y ex-amante del género, no puedo estar más de acuerdo con este artículo. Menos mal que siempre habrá autores intentando hacer cosas interesantes. De hecho, estos siempre han sido excepciones, aunque ahora estas sean tan pocas que se llega a considerar una obra maestra (ese Hawkeye) algo que en otros tiempos no habría pasado de considerarse un cómic correcto.
En fin… algunos seguiremos trabajando porque el género vuelva a brillar, aunque no sea desde dentro de las Grandes. Permaneced atentos al nuevo trabajo que están haciendo El Torres y Julián López
Creo que se nota que hablo desde el cariño. Por eso me duele más lo que veo.
Que han muerto los superhéroes lo llevo leyendo desde hace muchos años. Muertos. Sí, pero una muerte irreal, llena de pequeñas joyas que hay que buscar entre un lodazal de mediocridad. Joyas que cada uno descubrirá, que serán personales, y que harán que persista el amor por el género.
A mi me ha pasado un poco al revés. Pasé unos años sin hacer ni caso a los comics de superhéroes y en los últimos dos me he vuelto a aficionar al genero. Hay un montón de mierda, es verdad, pero eso siempre ha habido. Y entre la mierda siempre ha habido joyitas.
Uncanny X-Force (la de Remender, la buena) es una de las últimas genialidades de Marvel. La serie nueva del Capitán América (esa que escribe, sí, Remender) mola mucho también, yo que nunca he sido un fan del personaje la estoy disfrutando como un enano. Lo mismo con Ultimate Spider-Man en donde ha tenido que ser un personaje nuevo (el genial Miles Morales) el que nos ha recordado a todos porque Peter Parker era en su momento tan divertido. Y esa es de Bendis, por cierto.
De lo de más… Superior Spider-Man empezó bien pero ya está agonizando. Es una serie que debería haber sido miniserie y 24 números después solo puedo agradecer que por fin esté terminando. Uncanny X-Men también empezó bien pero va y viene según el número, algo parecido a lo que le pasa a Uncanny Avengers que empezó floja pero ahora está en un punto muy extraño que personalmente me está encantando.
Hay vida en Marvel. En DC no sé porque nunca he tenido el más minimo interés en la editorial, pero desde luego en la casa de ideas todavía les queda alguna. Eso sí, comparto tu odio hacia los mega eventos y la renovación de palo continuada, así como a los vengadores de Hickman (que me parecieron un coñazo), pero supongo que prefiero ver el vaso medio lleno y fijarme en los pocos que todavía parecen estar haciendo las cosas bien.
Y esa última mención a Paul Smith me ha emocionado. Hay que revindicar más a ese tío.
Amén. En lo de Paul Smith y en las opiniones argumentadas. Sí señor.
Los superhéroes están más vivos que nunca, y sois los más (¿ex?) fans los que, en la línea de Alan Moore, os empeñáis en matarlos. Supongo que es el odio que nace de una relación que ya no es lo que era.
Sí, el concepto ‘original’ está todavía vivo, porque siempre lo ha estado. Los superhéroes no son ninguna invención del cómic, sino de un género antiguo como la humanidad que se fusionó con ciencia y Pop Art.
Y el cómic se apropió de esas historias -si es que “apropiar” es la palabra adecuada para referirse a un género sin autores, que es de todos y de nadie- de igual forma que la industria del cine se ha apropiado a su vez de ellas. ¿Y qué? ¿Qué hay de malo en que las historias cambien de formato? ¿La versión de Hollywood es “demasiado comercial”? Puede, pero es una interpretación como otras tantas. Lo bueno de los héroes (y los superhéroes), es que no hay una versión válida de ellos; su figura se adapta, se moldea según el tiempo y la situación, sugiere diferentes cosas a unos y otros; de ahí que el género prospere y llegue hasta nuestros días. Nuevas generaciones necesitan nuevos héroes, mejor dicho, necesitan nuevas versiones de los mismos héroes que les hagan soñar igual que ya soñaban los niños de hace 3000 años.
Por supuesto que hay mucha basura. Creo que eso es nuevo ni único de un género. Yo también tengo la sensación, al entrar en una librería, de que el 80% del material es innecesario y que sobra, sí. Cantidad sobre calidad. Pero si esos cómics tienen sus lectores que disfrutan leyéndolos, me alegro por ellos. Antes de agobiarme porque tengo que buscar un poco más para encontrar algo que realmente me guste, pienso en todos los dibujantes, guionistas o coloristas que han puesto sus fuerzas y sus energías en ellos. En todos los que seguramente están felices de haber cumplido un sueño y poder trabajar de lo que les gusta. Y espero que puedan seguir toda su vida dedicándose a hacer lo que tu consideras basura, que nunca dejen de dibujar y crear historias porque algunos fans no han podido superar su infancia.
Nostálgicos, vuestro problema es que consideráis vuestro lo que en su día os hizo disfrutar y no dejáis espacio para que los demás disfruten con lo suyo. Además de que el pasado siempre se idealiza porque se tiende a omitir lo malo, lo que verdaderamente os duele de los superhéroes de hoy en día es que se hayan convertido en un fenómeno de masas que cualquiera puede “pervertir”. Ya no es vuestro. Bueno, es que nunca lo fue.
Buen artículo, me ha hecho reflexionar y eso nunca está de más.
Lo primero gracias por dejar tu opinión y por leer la web, gracias de verdad.
Desde luego hablo desde la nostalgia, desde el recuerdo y es cierto que uso expresiones polémicas, quizás para generar debate desde la exaltación de los argumentos. Culpable. Sin embargo también creo que dejo claro que los superhéroes no están muertos, y que sigue habiendo tebeos de superhéroes que me conquistan. De eso no hay duda.
De todas formas esto es sólo mi opinión, tan válida y criticable como la de cualquiera, y me sigue sin gustar que se “pervierta” algo que tanto me hizo disfrutar en aras de un beneficio comercial. No es que los superhéroes sean mios. Es sólo que estoy viendo a un amigo que fue íntimo y al que ahora apenas conozco. Se ha ido con otros sí, como bien dices. Ni peores ni mejores. Diferentes. Y por eso los echo de menos y digo que a mí no me gustan.
Gracias otra vez por tu respuesta y por tu opinión. Con argumentaciones así da gusto escribir.
Yo no lo veo así Marta…de lo que habla Javier Marquina no es de los personajes ni del icono superheróico trasladado a otros medios, habla de COMIC de SHs.
Soy un típico producto (de provincias)de los 70 y he vivido en primera plana la caída y auge de los superheroes, desde su denostación por las revistas de cómic “adulto” a principios de los 80, no conocer a NADIE que le gustasen los tebeos de SHs (primero Vértice, luego Forum y Zinco), vivir peregrinaciones por mi ciudad braseando a los kiosqueros (“te llegó…?” “tienes…?”) a disfrutar viendo como ahora el frikismo domina los medios de entretenimiento de masas (¡HEMOS GANADO!)
Disfruto como el que más con TODAS las adaptaciones (y derivados) de los SHs modernos a todos los medios (cine, TV, novela…) y ya habiendo cumplido los 40, amigos de toda la vida ven ahora con más normalidad mi afición por los comics que cuando teníamos 10-12 años (si, antes nos miraban raro); NO es porque antes fuese una especie de “culto secreto” y prefiramos vivir en la “clandestinidad cultural”, al contrario, como decía para mi es como si hubiésemos ganado, cierto es que hay adaptaciones buenas y malas, pero de lo que habla el artículo es de cómic y solo de cómic.
La gran eclosión del cómic de SHs en España coincidió con una época irrepetible en el cómic USA (no voy a soltar una retahila de obras míticas, todos podemos recitar 10-15 comics de entre los años 1975-85 [edición USA] que podemos considerar POM) y es acerca de eso de lo que yo creo que se refiere el artículo; precisamente ahora cuando es un “genero” de consumo de masas, en USA se venden un 10-15% de los ejemplares que se vendían en aquella época. Cuanto más famosos se hacen los superhéroes menos cómics se venden y también (que es lo peor) son de menos calidad.
Aunque estoy 100% de acuerdo que hay cómics de SHs fantásticos, dentro y fuera de las grandes (que BUENO es Invencible), la calidad general es bastante mediocre, buscando pegar el pelotazo mes a mes y habiendo quemado hace años el concepto “evento especial” (esta sucesión de megaeventos en las 2 grandes es lo PEOR) y a mi por lo menos, aunque sigo comprando mes a mes, me han echado de la grapa mensual y del género solo compro alguna de esas series ya mencionadas.
Y nada más, este ha sido mi rollo y te digo como Javier, aunque no esté de acuerdo contigo es un placer debatir sobre el tema.
Un saludo y enhorabuena a Javier por haber escrito el post de la semana
Hola buenas, es la primera vez que entro en vuestra web. Este ha sido el primer articulo que me he leído. Y para completar el pack, esta es mi primera participación en los comentarios de un articulo. Es decir, el pack de “desvirgamiento web” completo hahahahaha.
Antes de atreverme a dar mi opinión, he querido leer detenidamente tu articulo Javier un par de veces detenidamente antes de tratar de exponer mi opinión. El articulo en sí me ha parecido un magnifico articulo de principio a fin, la verdad sea dicha.
Los superheroes han muerto. Pues sí, definitivamente han muerto, al menos los superheroes que nosotros conocimos y con los que crecimos. Han muerto devorados en una profunda crisis de identidad. Consumidos por una innecesaria sobreexplotación de conceptos y personajes que solo han llevado a desvirtuar el genero con productos mediocres, hechos con un único afán de “fer caixa” como decimos los catalanes – vamos sacar pasta a los lectores de comics -. Carezco de cifras, pero diria que estamos en una de las épocas de mayor publicación de series a nivel global entre todas las editoriales y no solo las del mainstream. Pero a la vez que se publica como nunca antes se había publicado, las cifras de ventas son alarmantemente bajas. La situación actual del comic me recuerda mucho a lo que le pasó en el cine al WESTERN, que una sobreexpltación del genero lo acabó quemando de cara al espectador. Además en el segmento de población al que se destinan tradicionalmente los comics, han aparecido otros medios de ocio bastante mas atractivos para las nuevas generaciones, como son los videojuegos de las consolas. Pero vayamos al tema que me estoy desviando.
¿Son necesarias tantas colecciones de Los Vengadores ahora mismo? La respuesta es un NO rotundo a mi parecer. ¿Vale realmente la pena la sobreexplotación a la que someten las editoriales a personajes como Batman o Lobezno? Pues para nada, creo que producen el efecto contrario en el fandom; haciendo que en lugar de esperar ansiosos la continuación de la aventura, te produzca cierto hastio ese innecesario giro de tuerca que se ha sacado de la manga el último “genio” de la industria.
El continuo rediseño de uniformes, conceptos, personajes no siempre es necesario ni bueno. De acuerdo que en personajes puramente tecnologicos como Iron Man, esos continuos rediseños si estarian mas justificados que en otros personajes menos tecnologicos, y me estoy acordando del espantoso rediseño de Thor de principios del siglo XXI obra de Mike Deodato, si mal no recuerdo.
A mi entender para rediseñar, personajes, conceptos etc etc es necesario que se de una conjunción de elementos fundamentales; es decir, un guionista con las ideas muy claras y que no se deje llevar por las tendencias de lo que es “cool” en ese momento, un dibujante verdaderamente dotado en el diseño, la anatomia y el story-telling y no un dibujante “posturero guay amante de las spalshpage y de las lineas cineticas para ahorrarse de dibujar los fondos” y sobretodo un editor que confie en el trabajo de ellos dos y que los proteja de los volubles designios de los directivos o mandamases que solo piensan en ganar montones de dolares aunque para ello tengan que prostituir la esencia del personaje.
A parte de todo esto, otro problema del comic de superheroes es lo que llamo el efecto “globalización”. Antes la linea entre comic underground, comic europeo, manga o comic mainstream o de superheroes era mucho más clara. Ahora todo esta mucho más difuminado con autores originalmente underground trabajando en comics maistream, por ejemplo mi poco soportado Mike Allred – no sabeis lo que me jode ver su Silver Surfer, lo siento no puedo con él -, o autores de comic europeo trabajando en comics de superheroes, las colaboraciones del grandioso Milo Manara con portadas alternativas para Marvel o esa maravilla del 9º arte que es el SILVER SURFER – PARABOLA del aún más inmenso Jean Giraud MOEBIUS – para mi el mejor Galactus jamás dibujado en un comic es el que retrató Moebius en este comic – . Sin contar las versiones de Kia Asamiya de Batman u otras aportaciones de autores japoneses al comic de superheroes. O ese invento de Marvel, el MANGAVERSE, cogido con pinzas y mirado desde la distancia. En definitiva, esta continua retroalimentación algunas veces ha sido claramente enriquecedora para el comic d superheroes, otras digamos que siendo muy generosos las podemos podriamos calificar de olvidables – el Mangaverse o la adaptación de superheroes Marvel al mercado hindú y de DC no menciono porque ahi cojeo – y la mayoria de estos “inventos” han sido “geniales” ideas de personajes como Bill Jemas o Dan DiDio – personajes que han hecho más daño que bien a la industria Maisntream – para aumentar como fuera las ventas de los personajes fetiche de sus editoriales ( esa aventura de Batman en Barcelona por ejemplo).
Pero uno de los mayores males para mí de la industria del comic de superheroes y causa clara de su “muerte”, ha sido la perdida del “sense of wonder”. Esa sensación que te quedaba cuando leias la última viñeta y te quedabas con el “¡¡coño no me lo corteis ahora que no me aguanto un mes para ver como acaba joder!!”. Esa sensación que te dejaba Walt Simonson en su magnifico Thor, o John Byrne en su etapa en la Patrulla X con Chris Claremont, o en sus 4 Fantásticos o en su SUPERMAN MAN OF STEEL postCrisis para DC, o el ya mencionado Chris Claremont y Paul Smith en su Patrulla X, o James Robinson y Tony Harris en su STARMAN para DC, o Jim Starlin en su Odisea de la Metamorfosis o su Dreadstar. Por no hablar de esa joya que es LA MUERTE DEL CAPITÁN MARVEL. Leias los comics, vivias los comics, con esa riqueza en los detalles tanto en su dibujo, como en el desarrollo de personajes o historias que enriquecian la mitologia del grupo. Y eso abundaba y muchó. Tanto en los años 70, como en los 80.
A día de hoy tambien encuentras grandes joyas, ese Archer y Armstrong de Valiant o el Invencible de Image, pero para encontrar esos buenos comics has de cribar mucha “mierda”.Siguen abundando los buenos comics, pero la proporción se ha reducido drasticamente a mi entender. Editoriales pequeñas como Valiant o Dark Horse, son como la Aldea deAsterix, de irreductibles galos, que resisten los envites de la vertiente más comercial de la industria, ese imperio que prima el beneficio económico a la calidad de la obra. Son estas editoriales más pequeñas donde priman más las buenas historias con un buen equipo equilibrado en guion y dibujo, y son la “última” esperanza ante la sobreexplotación de crossovers que hay en MARVEL, por ejemplo, o la “CRISIS” de identidad en la que se ha sumergido DC.
Los crossovers no son el mal de la industria. CRISIS EN TIERRAS INFINITAS o SECRET WARS fueron, siempre segun mi parecer, muy buenos crossovers. Pero en el caso de DC han ido empalmando una “crisis” tras otras tratando de arreglar desajustes en su continuidad y solo fueron empeorandolo todo, y han llegado al punto de hacer un reboot o “lifting” general para parecer algo nuevo de algo que, salvo en honrosas excepciones, casi ya no se reconocia respecto al original, o para partir de cero por que ya ni ellos se aclaraban con su continuidad. Personalmente el rediseño de personajes me parece pesimo, clónico y bastante pobre comparado con lo anterior. ¿Y Marvel que? Os estareis preguntando, de un tiempo a esta parte hemos pasado por una WORLD WAR HULK, GUERRA CIVIL, INVASION SECRETA, FEAR ITSELF, AVENGERS VS PATRULLA X, ERA DE ULTRON, INFINITY, INHUMANITY y eso sin remontarme a muy atrás y sin ponerme a ser muy meticuloso. No acababa un crossover, o evento como los han rebautizado, que ya cais caidas de cabeza en otro, y en todos te prometian lo mismo, que trás ese evento el Universo Marvel ya no seria el mismo. Tanto crossover seguido ha llevado a un nulo desarrollo de los personajes en sus propias series mas que nada por que los autores no pueden planificar nada a medio plazo sin que un minimo de 2 o 3 eventos interfieran en su camino. La mayoria de estos crossovers no han aportado nada o mas bien poquisimo a la continuidad oficial del Universo Marvel.
Y finalmente creo que el último factor que confirma la defunción de los superheroes remite otra vez a la perdida del “sense of wonder” pero esta vez en nosotros los lectores, Los lectores de comics de superheroes seguimos siendo basicamente los mismos que hace 30 años atrás. Si que hay nuevos lectores, no lo niego, pero la mayoria de adolescentes lectores de comics se han decantado por el Manga porque son historias “más cortas” que para entender bien al personaje no has de tener en cuenta continuidades de 40, 50 o 70 años a sus espaldas. Como decía nosotros hemos perdido ese sentido de la maravilla, como cuando con unos 8 o 10 años descubres que tus padres en realidad son los reyes – por Tutatis espero no haber Spoileado a nadie lo de los reyes hahahaha -. O cuando creces y entras en la edad adulta y el día a día te vuelve más y más cinico cuando vas descubriendo que nada es como deberia ser ni como te prometieron que seria de niño – vamos que no hay patines voladores como en Regreso al Futuro II, ni DeLoreans que viajan en el tiempo ni nada por el estilo – o cuando nos enfrentamos a los problemas del mundo real, y es ahí cuando quemados y desengañados de nuestra realidad volvemos a los comics y recordamos con nostalgia nuestra infancia y esos comics que nos convertian en Dioses Nordicos o en Extraterrestres de asombrosos poderes sobrehumanos, o en exploradores intergalacticos, en vangativos señores de la noche o en brillantes caballeros tecnológicos con armaduras que nos permitian hacer verdaderos prodigios. Y es ahí que con cierto regusto amargo deseamos volver a aquellos maravillosos años y volver a gozar de esas sensaciones de nuevo por primera vez, pero las lecturas que encontramos en nuestros kioskos o librerias especializadas carecen de esa “magia” que la nostalgia le ha añadido a unas aventuras que para nuestros ojos infantiles gozaban de una épica memorable como el duelo de espadas entre el Pirata Roberts e Iñigo Montoya de la pelicula LA PRINCESA PROMETIDA.
Bueno esta es mi humilde opinión, a los que habeis resistido hasta el final la lectura de este tocho felicitaros por la proeza que acabais de lograr y espero que el daño psicologico ante tamaña empresa no deje secuelas ni sea irreversible